En nuestro país, la pobreza impacta en todas las edades. Afecta al 29% de la población, según los datos de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC). Pero lo hace con más fuerza en los niños menores. En Paraguay, así como en toda América Latina, la pobreza tiene “cara de niño” (UNICEF, 2005). La pobreza de los niños tiene un costo enorme para la sociedad en términos de capital humano y de integración, y si se pretende romper el ciclo intergeneracional de la pobreza es crítico empezar con los niños (UNICEF, 2005). La pobreza está asociada a carencias que producen daños biológicos permanentes en los niños, además de afectar sus desarrollos psicológicos y sociales en un amplio espectro. De acuerdo con las cifras de la Encuesta Permanente de Hogares del 2016, en el país, hay más de 600 mil niños con una edad menor o igual a 10 años, en situación de pobreza; esta cantidad de niños, representa el 40% del total de los niños en ese rango de edad. En pobreza extrema están alrededor de 136 mil niños, el 9% del total de niños del país.
Caazapá y San Pedro son Departamentos en los que más de la mitad (el 60% o más) de sus niños viven en situación de pobreza, con un alto impacto de pobreza extrema, la que no baja del 20%. Es también crítica la situación de los niños en Concepción y Caaguazú. Considerando la mayor densidad poblacional del Departamento Central, en este Departamento se concentra el mayor número de niños en pobreza del país, un total de cerca de 113 mil niños.
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